

En el valle de uco nació un diamante…
En 2005, la familia Bonnie, propietaria del reconocido Château Malartic-Lagravière (Grand Cru Classé de Graves) y del Château Gazin Rocquencourt (Pessac- Léognan) decidió partir de Francia para descubrir nuevos horizontes vitivinícolas. Todo empezó con la adquisición, junto a sus socios, de un bloque de 130 hectáreas, situado en pleno Valle de Uco, al sur de Mendoza. Allí nació la bodega DiamAndes, coproductora además del prestigioso Clos de los Siete. Sus instalaciones, cuya arquitectura se funde con los maravillosos paisajes andinos, permiten la elaboración de vinos en condiciones excepcionales desde la cosecha 2007.
Leer másEl nombre DiamAndes surgió como un juego de palabras entre “Diamante” y “Andes” (la cordillera que le otorga su marco). El nombre fue idea de Alfred-Alexandre Bonnie y surgió un día mientras disfrutaba de un asado en la Laguna del Diamante – Mendoza. El reflejo del volcán Maipo sobre la laguna hizo que Alfred-Alexandre relacionara ambos nombres.



Clos de los Siete
La bodega DiamAndes forma parte del Clos de los Siete. Clos de los Siete es una realización de un grupo de viticultores franceses, situado al pie de la Cordillera de los Andes, en el corazón de Valle de Uco. El predio comprende 850 hectáreas de viñedos a una altitud entre 1.000 y 1.200 msnm en Vista Flores, Tunuyán, 120 km al sur de la ciudad de Mendoza.
Leer másLa historia de Clos de los Siete se encuentra estrechamente ligada al enólogo Michel Rolland, asesor desde hace varios años de prestigiosas bodegas en todo el mundo (entre ellas, Malartic- Lagravière y Gazin Rocquencourt). El proyecto nació verdaderamente en 1998. El impulso de Michel Rolland hizo posible reunir al grupo de partenaires franceses, familias ya ligadas al vino, cuyos nombres son inseparables de los Grand Crus más renombrados en el plano internacional.






Los Bonnie y el vino
“Mi pasión por el vino no conoce fronteras… Por eso mismo, la idea de elaborar vinos en tierras de tan excelente calidad como las del Valle de Uco, me sedujo enseguida. Estos vinos, opulentos y complejos, también se benefician de los intercambios enriquecedores entre nuestros equipos bordeleses y argentinos.
¡Desarrollar junto con mis hijos la aventura de la bodega DiamAndes es un placer tan vivificante como apasionante! A través de sus vinos, espero transmitir a los aficionados de todo el mundo ese amor por la viña que corre por mis venas…”
